miércoles, 22 de septiembre de 2010

tardes de té y fotos, que huelen a papel...

Hoy llueve. Lleva ya unos días pero hoy me lo voy a tomar con más tranquilidad y a disfrutarlo. Es de esas tardes que cuando coincide que es sábado decides dejarte llevar por los placeres más personales. Normalmente, un día de lluvia así, si no tengo nada que hacer, me lo tomo como que "no voy a hacer nada" (ténganse en cuenta las comillas). Cojo un libro y me preparo una taza de té. Y acabo siempre procesando fotos... haga lo que haga acabo siempre procesando fotos, con el libro al lado, eso sí, para acordarme que en realidad quería leer porque dentro de un rato volveré a sus páginas.

(Y abro paréntesis. Qué estáis leyendo? Qué os gusta leer cuando llueve? Yo ahora mismo estoy acabando a mi amadísimo John Fowles y su The French Lieutenant's woman (La mujer del teniente francés), uno de mis básicos, con unas ganas horribles de volver a Paul Auster. Cierro paréntesis).

Y como me encanta la lluvia, decido volver a Torino. Como siempre me dice Marta, Torino es una ciudad para vivirla mojada, su belleza es imponente y el aire... Así que vuelvo a ella con algunas de sus calles mojadas mientras Fowles me susurra que sigue ahí.

(escrito en una tarde de lluvia)


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