jueves, 11 de noviembre de 2010

beautiful people

Sobre ese manoseadísimo debate sobre la fotogenia de las personas yo siempre digo "todo el mundo es fotogénico", y eso se aprende tras haberse pasado muchas horas detrás de una cámara mirando muchísimas caras diferentes.
El fotografiar a personas me ayuda a ver toda esa belleza escondida en cada una. Siento la casi necesidad de descubrir cada secreto que le hace ser como es, que le descubre de detrás de la imagen que construímos de nosotros mismos y le desvela como realmente es. El poder llegar de alguna manera a hacer eso y demostrarle a una sola persona que SI es fotogénica, que SI inspira belleza de alguna manera, es lo que realmente me mueve en esta profesión. Porque todos tenemos derecho a vernos como realmente somos y como solo las personas que miran atentamente nos ven.
No me importa casi hacer fotografía abstracta, con insinuaciones artísticas de algún tipo o representaciones de nada... eso lo hago profesionalmente en otros aspectos de mi vida que ya cubren ese campo. La fotografía de retrato (y todas sus variantes) me sirve para poder conseguir una sonrisa iluminada de orgullo de alguien al verse realmente en esa imagen. Me llena de luz y me anima el sentir que he conseguido la confianza de esa persona y que nunca más dudará de su imagen y su belleza. Yo misma empecé con el autoretrato como un ejercicio de aceptación y eso me ayudó a descubrir la persona que soy ahora, a conocer todas mis posibilidades y a derruír cadenas absurdas que me ataban a la posibilidad de no conseguir todo lo que me propusiera. Una fotografía puede cambiar eso. Un auténtico retrato nos ve sin prejuicios, nos ve sin el filtro que implantamos en un espejo, nos ve con nuestros defectos y nuestras virtudes y aprendemos a quererlos a ambos. Un retrato no es autocrítico, simplemente nos ve.

Así que cuando veo que la persona a la que estoy haciendo fotos se siente cómoda, conmigo y consigo misma, que está tranquila, que ha derrumbado todas las barreras que nos separan y ha salido a volar, se ve esa belleza que nos hace perfectos. Y es entonces cuando empiezo a disparar.

La gente en mis fotos es gente normal, gente que suele decir "que no salen bien", que no son fotogénicos. Y es un reto, sí... pero ese reto hace que me llenen de orgullo y me inspiren todavía más cuando se gustan a si mismos. No es mucho pero es muy importante el poder sentirse feliz con uno mismo, y si lo consigo con una sola fotografía, una sola, puedo decir que he tenido éxito en mi trabajo. Porque la gente feliz hace mejores cosas.

Y como una entrada al blog es más apetitos con alguna foto, os dejo una pequeña selección de gente preciosa normal y corriente...







 


1 comentario:

  1. Ese es tu don. Sabes sacar lo bonito que todos tenemos haciéndonos especiales ante tus ojos.

    Gracias :)

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